Tradicionalmente se han atribuido a esta planta muchas propiedades curativas y está presente en muchas de las comidas diarias que realizamos en nuestros hogares.
Sin embargo, la excesiva presencia en nuestros alimentos puede tener, en ocasiones, efectos negativos. La revista The Ecologist publicó un artículo afirmando que la soja se había puesto de moda y advirtiendo sobre su consumo en grandes cantidades.
La soja es una semilla que puede provocar flatulencia o meterorismo y su consumo no se recomienda a personas que padezcan enfermedades estomacales y diarreas, pues con las propiedades de la soja pueden ver incrementados los síntomas.
Muchas mujeres optan con alimentar a sus hijos con leche de soja, y ello genera en los niños muchas más probabilidades de padecer alguna alergia, asma o incluso enfermedades gastrointestinales. Además, la soja carece de colesterol, una sustancia esencial para el completo desarrollo del cerebro humano. Por su parte, los aislados de soja, “pueden causar un balance de calcio negativo en los seres humanos y en otros animales, y puede contribuir a causar osteoporosis.”
Los productos de soja menos recomendados tanto para adultos como para niños son el aceite y la proteína de soja.
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