Según Mariano Esteban, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la vacuna “ha demostrado que es tan potente o mejor que las vacunas actualmente en estudio”.
No obstante, el equipo hace un llamamiento a contener la euforia. Felipe García, doctor responsable del equipo de investigación del Hospital Clinic de Barcelona, asegura que “los resultados deben ser tomados con cautela, ya que el tratamiento sólo se ha probado en 30 voluntarios y aún es pronto para saber si las defensas inducidas prevendrán la infección”.
Los trabajos en esta vacuna se remontan a 2009, cuando se detectó que la vacuna MVA-B, compuesta por un virus atenuado, el Vaccinia Modificado de Ankara (MVA), que ya se usó para erradicar el virus de la viruela y que se dirige al subtipo B del VIH, que es el más presente en Europa, funcionaban muy bien en ratones y monos tras diez años de estudio.
Los ensayos en 30 pacientes sanos han dando, sin duda, muy buenos resultados. Ahora, hay que pasar a la fase II, en la que se determina si realmente es efectiva y en qué dosis. Si todo fuera bien durante esta fase, se acometería la tercera etapa, consistente en probar la vacuna a gran escala “en cinco años”.
Para llegar a este punto, desde el CSIC pide apoyos para seguir estudiando la vacuna, ya que se financia con fondos públicos, que no son suficientes.
> En la imagen, un modelo tridimensional del virus del sida.